El rugby afecta al sistema circulatorio de una manera semejante a todas las actividades físicas mencionadas con anterioridad en le blog, ya que requiere un gran gasto energético.
Nuestro sistema influye principalmente de dos formas:
Nutrición de las células que llevan a cabo el metabolismo:
Al igual que durante la práctica de actividades deportivas, el esfuerzo físico que supone la actividad sexual conlleva un gasto de energía adicional. Para obtener esta energía necesaria, las células llevan a cabo diferentes reacciones de metabolismo.
El sistema circulatorio debe llevar a las células la sangre rica en nutrientes y oxígeno.
Esta sangre oxigenada sale del ventrículo izquierdo del corazón a través de la arteria aorta, ésta se ramifica a su vez en otras más pequeñas, las cuales siguen ramificándose para formar arteriolas y finalmente capilares que llegan a cada célula y le proporcionan los nutrientes que se degradarán durante el catabolismo y el oxígeno, que actuará como último aceptor de electrones en la cadena transportadora de e- .
-El CO2 producido se transporta a la aurícula izquierda del corazón a través de las venas, de ésta pasa al ventrículo derecho, desde el cual es conducida a los pulmones, En los alvéolos pulmonares se realiza el intercambio gaseoso y la sangre de los capilares que los rodean vuelve a aumentar su concentración en O2, comenzando de nuevo el ciclo.
-Las substancias de desecho son filtradas en los riñones, dando lugar a la progresiva
formación de la orina, la cual se va almacenando en la vejiga urinaria.
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